** QUE ESPERANZA (fragmento)
Le hizo poca gracia a Nicanor Felipe de
Anchorena y Fulks el saber que alguien, por
excentrico que fuera, gastara sus zapatos
caminando por entre los nidales de bohemia
pregonando la igualdad entre los hombres.
"Solo Cristo y hace dos mil años!" Puso el
grito en el cielo. "De los demas ni hablemos.
A cada uno su tiempo en la historia del mundo _
ha de legarle la hora de soñar y expresar ese
sueño abiertamente. Napoleon,Roberstpierre
Marco Antonio, Peron o el mismisimo Fuhrer vaya
y pase, pero no un soñador menesteroso de
salario fijo y bolsillos flacos, de remiendos
dentro y fuera del pecho. Que esperanza!"
. Con su talante de observador prudente de los
hechos ingratos que acontecen de dia y a cada
rato, Nicanor Felipe de Anchorena y Fulks sorbia
lentamente su pipa sentado al escritorio de
nogal torneado. Exhalaba volutas de humo
antojadizo trepando en degradee hasta abrazar
la araña y sus dieciocho lumbres. Lejos del
ventanal, cerca del parque, la lluvia formaba
soldaditos en el suelo. Un mendigo arropado en
paño negro (el color de la pobreza) amagó posar
sus huesos empapados en el umbral de marmol
blanco. Desistió de la idea y se marchó
despacio en voz baja, puteando.
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